De Bueno a Mejor
Por Ricardo Rubio
Sala de prensa / Conexión Del Rio
Del Rio, Texas – Una fría mañana del mes de Enero, en la ciudad de Nueva York, recibí la sorprendente visita de Eufrosina Molina. Yo era pastor en un sector donde crecía la comunidad hispana. Eufrosina, aunque era un poco más joven ‒por sus expresiones físicas, su manera sencilla y humilde de vestir, sin una partícula de maquillaje, cabello con pocos cuidados capilares y vestido de falda larga‒, parecía que tuviera más tiempo de haber nacido.
Me imaginé una ama de casa dedicada a las duras tareas del hogar, criando a sus hijos, atendiendo a su esposo y protegiendo las tradiciones de sus ancestros. Después de nuestra conversación, se hicieron frecuentes las reuniones de hasta doscientas mujeres por semana, en los salones sociales del templo. En realidad, la señora Molina, era consultora y líder de una compañía de productos para el cuidado del cutis y del cuerpo, además de fragancias y colores para el embellecimiento de la mujer.
En mi encandilada curiosidad, un día le pregunté cómo era posible que ella se dedicara a la venta de productos de belleza con tanto éxito. Su respuesta fue directa y contundente: "Es que yo no vendo productos. Yo me preocupo por las muchachas y las oriento para que desarrollen una carrera de liderazgo profesional e independiente".
Comments